El dólar casi ha alcanzado un máximo de 17 meses frente a una cesta de las principales monedas, los inversores necesitan una moneda líquida y de alto rendimiento en medio de la inquietud sobre el crecimiento económico mundial y los riesgos políticos en Italia y el Reino Unido.

Incluso un aumento del 2 por ciento en los precios del petróleo, que inicialmente apoyaba los mercados europeos, no podía remediar la situación. Además, a los inversionistas les preocupan las señales de una desaceleración del crecimiento en China, y muchos creen que las acciones del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, perjudicarán aún más la economía del Reino Medio. Todo esto, combinado con el riesgo político en Europa, empujó al dólar. Como resultado, la libra esterlina perdió más del 1 por ciento y el euro, el 0,7 por ciento, alcanzando el nivel más bajo desde julio de 2017.

Como se esperaba, el dólar obtuvo un alto rendimiento, lo que también se vio facilitado por la decisión de la Reserva Federal de adherirse a los planes para ajustar la política monetaria. El euro y la libra se están quedando cada vez más por detrás de la moneda estadounidense bajo la presión de los riesgos políticos. Las perspectivas para la libra son aún peores, especialmente considerando los próximos problemas en el parlamento.

Tampoco hay buenas noticias para el euro. Italia sigue siendo el foco principal. En la tercera economía más grande de la eurozona, los fantasmas de la crisis bancaria ya son notorios, con los bancos italianos cayendo un 0,6 por ciento. Y, probablemente, el euro caerá por debajo de $1.10 de los $1,126 actuales. Todas estas son buenas noticias para los toros del dólar.