En las últimas 24 horas el bitcoin ha subido míseramente hasta el nivel de 39.200 dólares por moneda, pero esta mañana ha comenzado un nuevo descenso, que puede continuar al menos hasta el nivel de 35.200 dólares. ¿Qué conclusión se puede sacar de los últimos movimientos del bitcoin? Sólo que los inversores y los comerciantes todavía no van a rescatar el bitcoin. En contra de la creencia popular, difundida por los propios inversores, por las empresas cuyas actividades dependen directamente del bitcoin, de su cotización y de su popularidad, ninguno de los institucionalistas se apresura ahora a comprar el "oro digital". En primer lugar, hay que darse cuenta de que muchos inversores (pequeños o grandes - no tiene importancia) sufrieron pérdidas después de que la cotización del bitcoin bajara a 30 000 dólares. En segundo lugar, si las tendencias alcistas del Bitcoin terminan, lo harán durante mucho tiempo, por lo que es poco probable que se restablezca una tendencia alcista en un futuro próximo. En tercer lugar, el escenario fundamental es tal que es el momento de seguir vendiendo bitcoin en lugar de pensar en hacer nuevas inversiones en él. Todos estos factores indican que es probable que el bitcoin continúe su caída y que vuelva a caer al nivel de los 30.500 dólares lo antes posible. Debemos recordar que los peores escenarios planteados por los analistas en los últimos días son 24.000 dólares por moneda y 19.000 dólares por bitcoin. Y, desde nuestro punto de vista, estos son escenarios bastante realistas. Por otra parte, todos los participantes en el mercado temen que las autoridades de China y Estados Unidos aprieten las tuercas al mercado de criptomonedas, lo que reducirá significativamente la popularidad de la principal criptomoneda del mundo y de todos sus "semejantes". En las últimas semanas, han habido muchos rumores de que los bancos centrales y los gobiernos de todo el mundo han declarado la guerra al bitcoin, ya que todo el mercado de criptomonedas tiene un valor de 1,7 billones de dólares. Ésta es una cuantiosa suma de dinero, que en este momento no está gravada, ni controlada por los gobiernos. Desde luego, este desarrollo de los acontecimientos, sobre todo si el mercado de las criptomonedas sigue creciendo, como creen muchos criptoexpertos, no puede convenir a las autoridades de ningún país grande y desarrollado. Cabe recordar que, recientemente, los países del G7 decidieron introducir un impuesto de sociedades único en todo el mundo para evitar que las grandes empresas puedan evadir impuestos utilizando "paraísos fiscales", es decir, países donde los impuestos son mínimos o nulos. Estos países siguen beneficiándose de la permanencia de las grandes empresas en su territorio. Pero los países grandes, como Estados Unidos o Francia, pierden enormes cantidades para sus tesoros. Algo similar ocurre con el bitcoin. Puede tener cabida en países del tercer mundo o en vías de desarrollo, pero los países grandes y desarrollados lo combatirán. Al menos, así es como van las cosas ahora mismo. Por ello, creemos que las perspectivas del bitcoin empeoran día a día y no es nada seguro que veamos una nueva tendencia alcista.

Técnicamente, el impulso del bitcoin sigue desvaneciéndose y la criptomoneda se cotiza muy débilmente. Los inversores no se apresuran a comprar bitcoins de nuevo en este momento, mientras que los mineros se deshacen de las monedas minadas. El escenario fundamental sigue siendo desfavorable, por lo que creemos que el "oro digital" tiene más posibilidades de volver al nivel de 30.500 dólares que su crecimiento. Si las cotizaciones del bitcoin consiguen consolidarse por encima del nivel de 38,2%, 41.000 dólares por Fibonacci, aumentará ligeramente la probabilidad de que el "oro digital" siga creciendo, pero incluso hasta este nivel los operadores todavía tienen que llegar.