Los principales índices bursátiles estadounidenses DOW Jones, NASDAQ y S&P 500 terminaron el viernes cotizandose sin cambios y continúan cerca de los recientes máximos locales. Seguimos considerando todos los avances de las últimas semanas como una corrección de una tendencia bajista más severa que lleva más de medio año. A pesar de que el mercado se ha recuperado de alguna manera últimamente, seguimos creyendo que la caída general del mercado de valores aún no ha terminado. Los factores fundamentales últimamente ya no son negativos, sino contradictorios. Por ejemplo, los informes sobre el PIB mostraron dos graves contracciones consecutivas de la economía estadounidense, pero al mismo tiempo el desempleo sigue bajando y el mercado laboral se encuentra en un gran estado. La Reserva Federal ya ha aumentado la tasa de interés en un 0,75% cada mes y medio, pero la inflación aumenta y sigue subiendo sin parar, sin consecuencias críticas para los hogares o las empresas. Se habla mucho de recesión, pero en realidad Jerome Powell tenía razón cuando decía que no es posible una recesión si no hay recesión en el mercado laboral, ni despidos, ni quiebras. Así que incluso aceptamos el fenómeno de que la bolsa estadounidense está subiendo en este momento, aunque la política monetaria se está endureciendo cada vez más, lo que debería provocar una caída de las acciones y los índices.

El viernes pasado, el Club Económico de Cleveland fue escenario de un discurso de Loretta Maister, directora del Banco de la Reserva Federal de Cleveland. Si recuerdan, hace unas semanas empezamos a hablar de que la tasa del 3,25-3,5% no sería suficiente para que la inflación volviera al 2%. Un poco más tarde, el principal halcón de la Fed, James Bullard, lo declaró abiertamente. Y el viernes pasado, Meister expresó la misma idea. Dijo que para reducir efectivamente la inflación sería necesario aumentar la tasa de interés por encima del 4%. Meister también añadió que la Fed está preparada para subir agresivamente la tasa de interés hasta que vea una significativa disminución de la inflación. Sólo después de que el índice de precios al consumo muestre una disminución durante varios meses seguidos se podría hablar de una flexibilización del enfoque monetario. La Sra. Meister también señaló que los mercados no esperan necesariamente una subida de tasas del 0,75% en septiembre. Ha recordado que Jerome Powell dijo en la última reunión que estaba dispuesto a subir las tasas de interés un 1,00% y ella ha dicho que permitiría una subida del 0,5%. Todo dependerá de los datos entrantes. Cabe recordar que ya esta semana se publicará el informe sobre la inflación en EE.UU., que probablemente no mostrará una disminución significativa, pero podría ser el punto de partida de una caída del crecimiento de los precios. Por lo tanto, si el informe de septiembre se publica antes de la reunión de la Fed y muestra una grave disminución, podría esperarse una subida de tasas de sólo el 0,5%. Sin embargo, creemos que la Fed subirá por tercera vez consecutiva el 0,75%.